sábado, 29 de marzo de 2014

Carnaval 2014

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Pues una vez que las aguas han vuelto a su cauce en el trabajo, y yo me encuentro más tranquila, que no con la guardia baja, me he sentido con ánimo para hacer esta entrada (con un mes de retraso, pero más vale tarde qu nunca XD).

La crónica que puedo hacer del Carnaval es más bien cortita. Antes era muy carnavalera pero con los años ha ido perdiendo el encanto para mí (y además, con lo bien que se ve ahora todo en la tele, y la paliza del trabajo, las ganas de quedarse en el centro se reducen drásticamente).

Empezó el jueves 27 con la inauguración del alumbrado y la Elección de la Diosa, y ese día ya si que se notó que empezaba la fiesta y el puente de 4 días que había en Cádiz, junto con el día de Andalucía y el Lunes de Carnaval, porque las aulas estaban medio vacías (o sin el medio, en algún caso).

Éste es el escenario de la Plaza San Antonio, donde fue la Elección de la Diosa, el Pregón y los diversos conciertos y otros actos que hubo.


 Aquí os dejo fotos de las Puertas de Tierra, San Juan de Dios (la plaza del Ayuntamiento) y las calles aledañas a mi trabajo.





El fin de semana fue espectacular, como siempre. La Final del Concurso de Agrupaciones fue el viernes, y el sábado es el primer carrusel de coros y el Pregón. ¿Que qué es el carrusel de coros? Os lo explico un poquito más abajo. Después del Pregón, la ciudad se convierte en un gran macro-botellón, pero bueno, las cosas hoy en día son así, y en algunos rincones la fiesta se vive en paz...

Y luego llegan los dos primeros días grandes: el Domingo de Coros y el Lunes "de Resaca" (como lo llaman aquí). Esos días en el centro hay carrusel de coros. Una de las modalidades del concurso son los coros, la agrupación más numerosa (hasta 45 componentes) y sus instrumentos principales son la guitarra, el laúd y la bandurria (ahora, algunas veces se introducen otros instrumentos menos tradicionales para el acompañamiento, y durante varios días cantan subidos en bateas por la ciudad. Antes cantaban en la Plaza del Mercado, y daban la vuelta al edificio, como un carrusel. Ahora, aunque se ha ampliado el recorrido, y confluyen desde diferentes sitios para que mucha más gente pueda disfrutarlos sin tener que sufrir apretones, embudos y agobios.

También salen a cantar agrupaciones familiares o de amigos, que aquí se llaman "callejeras" o "ilegales" (porque no participan en el Concurso).

Además, el domingo es también la Cabalgata Magna, que transcurre por la Avenida principal.

"Oficialmente", el Carnaval termina el Martes, con la quema del Dios Momo, ya que al día siguiente comienza la Cuaresma, pero aquí seguimos de fiesta hasta el domingo, cuando se quema la Bruja Piti (y luego tenemos otro día más, el Carnaval Chiquito (o de "los Jartibles") XD).







Para mí el Carnaval este año ha sido miércoles y jueves, los días de fiesta en la academia. Como experimento, lo hicimos así para evitar que no viniera nadie el viernes. Y fue matante. El jueves por la noche estaba para el arrastre, y con ganas de llorar por las esquinas por tener que trabajar al día siguiente.

Como el año pasado, tiré de cosplay, y esta vez le tocó al de Nuriko, reconvertido en china (alias "Mulan" XD). La foto es un poco cutre, pero es lo que hay entre la iluminación y el sitio, en mi academia, y que he tenido que recortar a mi compañera y casi toda la puerta de mi clase (no se ven las flores que llevaba en el pelo...).


Y por último, os dejo aquí una foto de una tienda de niños que lleva AÑOS abierta y que tiene unas decoraciones de escaparate inmensamente originales. La gente siempre se detiene a verlas. Ésta fue la del Carnaval.


 Y nada, la semana que viene toca Salón de Jerez, y espero que esta vez la crónica  no se retrase tanto ^^

Fuentes: La Voz de Cádiz, Blog Luces de Navidad y mis fotos





domingo, 16 de marzo de 2014

Ahora o nunca

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Música: Let it Go - Idina Menzel
Estado: Muerta de miedo, pero determinada

Nunca he sido una persona valiente. Siempre he preferido sentirme a salvo y mantenerme en esa zona segura que me da tranquilidad y estabilidad: mi casa, mi familia, amigos con los que me llevo bien, un trabajo, aunque no es gran cosa y da bastantes disgustos, mis libros, mis sueños...

Pero siempre, o casi siempre, llega un momento en la vida en que te planteas cosas. A mí me pasó unos años después de empezar a trabajar. Estaba contenta porque tenía un trabajo, pero no feliz, porque en realidad a mí la enseñanza nunca me ha gustado, y sigue sin gustarme. Le tengo que agradecer muchas cosas, porque hizo que tuviera que romper el cascarón de mi timidez y abrirme a la gente. Sigo siendo tímida, y me cuesta confiar en la gente, pero sólo en mi vida personal, de cara al público no tengo más remedio que ser abierta, receptiva y comunicativa.

Decidí que era hora de despertar hace dos años y algo, cuando me metí de cabeza en el postgrado de Traducción, dispuesta a empezar de una vez el camino que siempre he deseado. Desgraciadamente, el fallecimiento de mi padre paró mi marcha, no sólo por el impacto emocional que supuso, sino porque tuve que hacerme cargo de responsabilidades y preocupaciones diversas. Ambas cosas trastocaron mi vida más de lo que os podéis imaginar, me dejaron sin energía para continuar y en algunas ocasiones paracía que el suelo se hundía bajo mis pies.

Hoy en día, aunque las preocupaciones continuan, las cosas están medio encauzadas. Y he comenzado a mirarme de nuevo. Y a ver que sigo estancada en el mismo punto que en el 2011, que los esfuerzos que hice para estudiar y trabajar a la vez no han dado fruto, y que seguirán sin darlo si no hago algo, y no quiero pensar que el dinero y el trabajo que invertí en ello, y los malos ratos que pasé, fueron para nada.

Tras pensarlo durante un tiempo, y hacer algunos planes, hoy  me he levantado con la determinación de ponerme en marcha otra vez. Tengo un pellizco en el estómago, y estoy algo nerviosa, pero es hora de volver a tomar las riendas de mi vida y hacer lo que quiero. Y sé que me va a hacer falta mucho valor, porque tengo miedo, os soy sincera. He decidido romper mi zona segura de una vez por todas, y para mí es como estar al borde de un abismo, justo delante de un puente de esos de madera que se ven en las películas y que parece que no va a aguantar si lo cruzo.

Pero es ahora, o nunca.